Como consecuencia de la crisis sanitaria, muchos establecimientos se han visto obligados a cerrar o sufren fuertes restricciones de horario y/o de aforos.

 

La importante caída de los ingresos, por su profundidad y extensión temporal, ha derivado en una situación insostenible para muchos negocios, que se ven incapaces de afrontar los costes.

 

En este contexto, el carácter extraordinario y sobrevenido de la pandemia y su extensión al ámbito económico permite la renegociación de los contratos de arrendamiento de los locales, mediante la aplicación de la clausula ‘rebus sic stantibus’.

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La clausula ‘rebus sic stantibus’ (estando así las cosas) corrige otro principio histórico del derecho en Europa, el de ‘pacta sunt servanda’ (los pactos deben cumplirse).

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De este modo, cuando, de manera sobrevenida, por fuerza mayor, cambian las circunstancias en las que se firmó el contrato, las partes pueden desistir de su cumplimiento o renegociarlo.